Esta noche soñé contigo, me venías a buscar a esta cárcel en la que estoy presa; cruzabas este mar revuelto y tormentoso, sobrevolando el mundo, para venir a verme; cuando, al llegar, me besas, me abrazas, y sin pedir perdón, me arrancas el corazón dejándome desangrada en el suelo; acto seguido te vas por dónde llegaste mientras devuelves tu cofre a ese mar revuelto, con tus últimas fuerzas, en ese cofre permanecerán ya, tu corazón y el mío desde ahora y para siempre...
No hay comentarios:
Publicar un comentario